PRESENTACIÓN

Primer aniversario, ¿cuánto hemos avanzado en este tiempo?, aparentemente, poco, apenas cinco números, sin embargo, detrás de cada edición de Silencio hay un esfuerzo que no queda registrado del todo en sus páginas, pero que es posible palpar al pasar detenidamente la vista en las líneas e imágenes que, como los símbolos de la masonería, buscan decirnos algo que está más allá de esta realidad inmediata.

En estos trescientos sesenta y cinco días, Silencio ha abierto sus páginas a hermanos esparcidos por todo el orbe que fraternalmente han depositado su confianza enviándonos propuestas de estudio que consideran útiles para las logias de los diferentes ritos que conforman a la masonería porque, no está de más decirlo, a esta Augusta Institución la integran un número indeterminado de expresiones operativas y especulativas que, lejos de dividir, abonan a la unidad y a la conquista de ese ideal que aunque lejano no deja de resplandecer en el delta luminoso que corona a Oriente, y este es el de la libertad, la igualdad y la fraternidad universales.

Seríamos hipócritas si a la vez que mencionamos las virtudes de la institución francmasónica, no resaltáramos sus errores, sus faltas y sus vicios. Para quienes se han instruido en los misterios masónicos no son ajenos los peligros a que nos pueden conducir la ignorancia, la hipocresía y la ambición, sin embargo, de esta ignominiosa triada el primero de los mencionados males es el más terrible debido a la facilidad con que se propaga y es aceptado por hermanos que no han recibido la adecuada instrucción en sus talleres, pero que tampoco se han interesado por buscar medios que les permitan abandonar el estado de apatía en que se hallan y que termina por contaminarlo todo.

Caminos para instruirse, en esta época de la información en que estamos, hay muchos. Lejos estamos de los tiempos en los que únicamente los libros eran la única fuente de información y ahora, afortunadamente, contamos con canales tan variados que la permanencia en un estado de ignorancia para un masón es antes bien una decisión personal que una dificultad. Pero eso sí, a pesar de las muchas fuentes de aprendizaje, no demeritamos el valor de la lectura y es por eso que en Silencio apostamos por editar una revista con las características ya conocidas por quienes se han acercado a nosotros aunque sea una vez.

Porque creemos en la relevancia de la lectura es que en este año hemos publicado setenta y siete artículos y diseñado más de trescientas cincuenta páginas. ¿Qué nos depara el futuro? No lo sabemos, pero mientras haya lectores interesados en perfeccionarse en la Ciencia y la Virtud, ahí estaremos.

Es cuanto, Queridos y Venerables Hermanos Silentes

Fraternalmente

Miguel Ángel Martínez Barradas

(Director)